No hay nada más vulnerable que un “hola” vestido sólo con una mirada abierta a acoger la respuesta del otro. Me resulta ilusionante pensar que ese “hola” pueda ser el preludio de una nueva amistad.
No hay nada más vulnerable que un “hola” vestido sólo con una mirada abierta a acoger la respuesta del otro. Me resulta ilusionante pensar que ese “hola” pueda ser el preludio de una nueva amistad.